¿Qué consecuencias tiene el aumento de la miopía en niños?

Un aumento de la miopía incrementa el riesgo de padecer alteraciones oculares como glaucoma, cataratas, alteraciones maculares y/o desprendimiento de retina.
La miopía es más que una visión borrosa, es una enfermedad que puede además de afectar a la calidad de vida actual, aumentar el riesgo de salud ocular en el futuro y puesto que puede aumentar con rapidez es importante iniciar el tratamiento lo antes posible.
Disminuir la progresión de la miopía en 1 dioptría durante la infancia reduce el riesgo de desarrollar maculopatía miópica y desprendimiento de retina en un 40%.

¿Qué podemos hacer como padres para intentar frenar la progresión de miopía de nuestros hijos?

El uso de lentes de contacto y /o cristales graduados tradicionales no es suficiente ni eficaz para intentar evitar la progresión de la miopía en nuestros hijos.
Actualmente existen productos avalados por distintos estudios en población infantil y juvenil miope que nos permite afirmar que ralentizar el ritmo de progresión de la miopía es posible en un alto porcentaje de casos.
La ortoqueratología combinada con bajas dosis de atropina (bajo supervisión médica), las lentes de contacto basadas en el desenfoque periférico y las lentes oftálmicas basadas en un desenfoque horizontal asimétrico manteniendo una zona limpia de visión central son herramientas que nos van a permitir hacer frente a los datos nada optimistas sobre la población miope de los próximos 25 años.